domingo, 14 de septiembre de 2014




Nu2

I

Las manos, minuciosas,
desatan el nudo,
lo atrapan entre los dedos;
…. por un momento:
coral y musgo en la garganta,
 maraña…
donde anidan arañas y culebras.
 Hay intervalos…,
espejos donde tiembla la vida,
difusas notas que se apagan;
el día, una dentada esfera,
 que sólo muerde… y no vuela.
  
  II

       Y
 Ronda…,
       y
rueda…,
impiadoso,
alrededor del cuello,
combatiente,
que lo esgrime todo.
-Ovillo desmadrado-
NuDos…!
hilo sin navaja…!
largo devenir…
 Angustia!
pronóstico…
de hilachas....


Ángeles Charlyne


  






miércoles, 3 de septiembre de 2014



ReNacer

El día y la noche, se apagan en un instante.
Las notas suspendidas, abordan la ciudad dormida,
pidiendo un minuto más,
es el eco que jadea en el último suspiro,
circunscrito al aura, por donde la eternidad se torna bruma.
Es la hora del beso final, y de repente…
un millón de hojas reverdecidas remontan vuelo
y hacen juegos de luces.
Resplandece el círculo…!
Azulea el cielo,
saga de la demolición.
La arquitectura en espera…
vuelve a ser aire.


Ángeles Charlyne

jueves, 6 de febrero de 2014

Mandalas






¿De qué cielo caído,
oh insólito,
inmóvil solitario en la ola del tiempo?
Eres la duración,
el tiempo que madura
en un instante enorme, diáfano:
Flecha en el aire,
blanco embelesado
y espacio sin memoria ya de flecha.
Día hecho de tiempo y de vacío:
me deshabitas, borras
mi nombre y lo que soy,
llenándome de ti: luz, nada.


Y floto, ya sin mí, pura existencia.



Octavio Paz

martes, 21 de enero de 2014

Garabato



Con un trozo de carbón
con mi gis roto y mi lápiz rojo
dibujar tu nombre
el nombre de tu boca
el signo de tus piernas
en la pared de nadie
En la puerta prohibida
grabar el nombre de tu cuerpo
hasta que la hoja de mi navaja sangre
y la piedra grite
y el muro respire como un pecho...

Octavio Paz










jueves, 16 de enero de 2014

AlaDos


VI 
CONVOCO A LOS ÁNGELES DE MI MORADA
(Yolanda Bredegal)

– desde el primero al último –
al recuento
de nuestra convivencia inmemorial
que minuto a minuto
va enmoheciendo.
Misteriosamente apretamos
- mutuo acuerdo –
lengua de espada
en vaina de silencio;
mas el delgado espacio
se destempla
en la discordia.
****
Venid, espíritus tutelares; todos.
Si de llamar a alguno me olvidare,
golpead la sien apoyada en mi palma.
Os abriré la entrada
por dócil llaga mínima,
y en traspasada mano izquierda
clavo de Cristo anularemos.
****
Ángeles olvidados,
estaréis ya viejos
cual pasas de uva rezumada;
encanecidas estarán vuestras alas
que inventaron
techo y umbrales
al extender urdimbre de zarcillos
sobre el amargo cielo
del primer exiliado.
Ángeles inventaron columnas
levitando el peso
del brazo amenazante sobre Isaac.
Ángeles inventaron capiteles
sosteniendo los cascos
del caballo que a Buda sostenía
sobre espirales de aire.
Ángeles inventaron murallas 
para defender el reducto del Sueño;
tendieron escalas
a los Séptimos Recintos.
****
El ángel gris de la arena
y el verdeazul del agua
juntos se quemaron
en ladrillos
al fuego del sol vivo.
El ángel de los tallos esmirriados
endureció la muleta de sus hombros
en viga fuerte y en espalda
contra tormenta y huracán.
El ángel del metal
redujo escorias
mordiendo roca obscura
y triunfó reluciente en las batallas
contra rebeldes leyes.
Ángeles arquitectos, ángeles albañiles,
socios, cómplices y testigos
- sumisos, rebeldes, vacilantes-
a la plática, al recuento
de nuestra convivencia inmemorial
.